Todos en el País reconocen que nuestra realidad energética está sumida en una dependencia nociva del petróleo tanto para el ambiente, como para la salud y el desarrollo económico. Nadie se opone a reducciones en las facturas de energía eléctrica. Igualmente podemos reconocer valores temporeros al uso de gas natural sobre el petróleo.
Sin embargo, discrepamos sobre la justificación y necesidad del gasoducto del norte, mal llamado Vía Verde.
Sus impactos en el ambiente natural y los riesgos a la vida son inaceptables y económicamente son un fiasco, toda vez que el ahorro máximo sólo alcanzaría un centavo por kilovatio-hora. ¿Desde la perspectiva de ingeniería? El proyecto es inviable. Sí, inviable.
Aunque suene inverosímil, el terminal de gas natural de EcoEléctrica en Peñuelas -el que justifica la alineación del gasoducto de sur a norte- no tiene la infraestructura ni los permisos para suplir gas al tubo y no lo estaría por al menos 6 a 8 años. El destino al fracaso de esta Vía Verde ya fue confirmado por el propio copresidente de esta empresa.
Quedó evidenciado que el terminal de gas natural en Peñuelas no está listo, ni lo estará a corto ni a mediano plazo. Con las modificaciones potenciales de EcoEléctrica apenas podrán satisfacer las demandas de combustible de Costa Sur. No hay excedente de gas para Vía Verde. Señor gobernador, ustedes lo saben, el gasoducto no es alternativa viable para atender la “emergencia energética” decretada. Al contrario, la deuda pública de la AEE se agravará aumentando los costos energéticos del País. Esta no es ruta para atender la crisis.
Como presagio al fracaso del gasoducto del norte, la generatriz Costa Sur en Guayanilla tiene un gasoducto hace 10 años y que recorre una milla desde EcoEléctrica. Éste nunca ha operado hasta recientemente que la AEE hizo su conversión a gas natural en sus unidades 5 y 6. No obstante, el proveedor privado incumplió su parte de suplir un excedente de gas que permitiera operar estas instalaciones el pasado diciembre y tampoco estará para las próximas navidades.
Independiente de las opiniones de sus asesores, la realidad es que cometieron otro error político cuando simultáneamente al anuncio de Vía Verde prometieron $113 millones en ahorros para diciembre de 2010. Este ahorro sería por la conversión a gas natural de la generatriz Costa Sur. Esto no se pudo materializar y fracasaron en la práctica por la obstinación de un discurso político en desfase con la realidad. Las modificaciones requeridas por este terminal de gas natural no son triviales. Requieren de un proceso de diseño y permisología complicado. Peor aún, la modificación que solicitan en estos momentos dará escasamente para operar una de las dos unidades convertidas en Costa Sur. Cegados por el tubo, desatienden opciones al alcance.
Recientemente, usted se vio obligado a intervenir con agencias federales solicitando trato preferencial sin exigirle a EcoEléctrica que solicite la modificación necesaria para atender la demanda total de combustible para Costa Sur. Lo denegaron quedando en suspenso el día de una eventual autorización. A modo de analogía, podemos decir que sus intenciones para atender la criminalidad o el tema de salud podrán ser buenas, pero su Administración fracasó en su intento, por lo que vimos salir a un superintendente por la puerta de atrás mientras Mi Salud colapsa.
En el tema energético ocurre igual. Si usted tiene la intención real de dirigir el País otro cuatrienio, evidencie su compromiso con el ambiente y el tema energético. Retire el proyecto del gasoducto y atienda el tema con la multiplicidad de opciones disponibles.
Las reservas de gas natural en Estados Unidos, que supuestamente le hicieron cambiar su opinión sobre el uso de esta fuente, no son reales. Los rendimientos de extracción son muy inferiores a los especulados por las compañías; éstas mintieron al respecto y su enorme impacto ambiental está provocando nuevas regulaciones federales para intentar mitigarlo. Esta realidad suscita aumentos en los precios, mientras que el estado de Nueva York considera prohibir la extracción de gas natural en su región.
Por el contrario, la Ley 83 de incentivos para energía verde probó ser exitosa cuando en menos de una hora $4 millones del gobierno se duplicaron por parte del sector privado para desarrollar proyectos con fuentes renovables. Muchos proyectos están sedientos de apoyo gubernamental. Estas inversiones sí crean empleos y evidencian que la transición a fuentes limpias y renovables es posible ahora.
El futuro llegó, hagamos la transición a opciones del siglo XXI y dejemos atrás las del siglo pasado, como la construcción de gasoductos innecesarios, anticuados y peligrosos.
Publicado originalmente en El Nuevo Día.
¡Bravo! Así se hace.
ResponderEliminarGracias a todos los que luchan contra este gasoducto y otros proyectos que amenazan a nuestra Madre Tierra y sus aguas. Pongamos nuestro granito de arena, hagamos sentir nuestras voces de resistencia contra el bombardeo propagandistico. Yo envio el sobre de la AEE siempre con una hoja en contra del gasoducto, aunque no pago por correo. Lo hago con gusto. Y cuando haya que hacer desobediencia civil, ahi tambien estare. El tubo NO VA!
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